
Cómo trabajar y ser feliz al mismo tiempo
Hace unos días, mientras revisaba de nuevo el informe número trescientos doce, versión treinta y ocho, se me escapó una exhalación espontánea, involuntaria e inconsciente. Sonaba a algo así: “uughf”. Ese gemido gutural supuso un principio. El de un virus cuyos síntomas se manifestarían muy pronto: hoy me cuesta